
Todos los incovenientes desaparecieron cuando entramos en la sala y comenzó "Tosca" la ópera de Giacomo Puccini. Era el ensayo general pero, en definitiva, la ópera en su totalidad, imponente decorado, extraordinaria orquesta y esplédido vestuario. Toda la magia en el corazón de la ópera de Nueva York.
Ignacio y Laura tuvieron su bautizo de ópera. A todos nos gustó y deslumbró. Ana y yo volvimos a disfrutar de la ópera después de asistir en Madrid a la representación de la "Cavallería Rusticana" de Pietro Mascagni.
Sólo puedo decir que intentaremos volver al Metropolitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario