Pestañas

18 abril, 2011

El sosiego y «La cuarta carabela de Colón»

14 cuentos maravillosos
De Lima me traje hace unos meses «La cuarta carabela de Colón» (Planeta Perú, 2010), el libro de relatos de un autor peruano, Carlos Oviedo, a la sazón compañero de trabajo en la empresa común que nos da sustento. Periodista y experto en comunicación corporativa, Carlos -nacido en Cusco en 1953- ya había escrito algunos libros sobre esas materias pero nunca ficción. Y esa es la buena noticia, que su tránsito a la literatura nos ha traído un conjunto maravilloso de catorce cuentos que se leen con auténtico deleite.

Dividido en dos partes, Locomociones y Extravíos, los cuentos de este volumen tienen en el paso del tiempo y el espacio el hilo que hilvana una historia con la siguiente y las hace parecer un tejido uniforme. Como se lee en la contraportada: "Las historias narradas en este libro abordan situaciones diversas de personajes históricos y de otros desconocidos, que se afanan por superar las barreras del espacio y también las del tiempo. [...] Al doblegar las barreras del espacio, quizá también se abaten las del tiempo. Como si tuvieran noción de que un texto -como el de un relato- pudiera rescatarlos algún día del olvido".

La escritura de Carlos Oviedo resulta suave y cadenciosa, muy medida, y sus historias avanzan sin estridencias, casi todas ellas armadas con la estructura clásica del cuento donde se nos reserva para las últimas líneas un desenlace sorprendente en ocasiones y un final abierto en otras. Me gustaron todos ellos pero destacaría algunos como Largos y curvos caminos, El otro sentido, el delicioso Mejor que soñar o Cerca de la nada, tocado por una magia especial. 

Y aunque no soy experto en literatura, ni casi en nada, es curioso que mientras leía (varios cuentos me acompañaron en los vagones repletos del metro de Nueva York) intentaba adivinar las imperfecciones y los vicios de un escritor novel, pero no hallé ninguno, sino al contrario, siempre tenía la sensación de estar leyendo a un escritor muy solvente que, ojalá, tenga el tiempo y la energía necesarios para seguir ofreciéndonos páginas tan extraordinarias.

Cuando a través de Twitter comenté a Carlos (@coviedov) que había terminado de leer su libro me respondió con un "espero que hayas navegado un poco en el sosiego!!". Claro que sí, esa es la palabra, encontré en su lectura sosiego a raudales, un bálsamo delicioso entre tanto ajetreo.

  • Puedes ver una entrevista con Carlos Oviedo haciendo click aquí.

11 abril, 2011

«La vieja sirena», un viejo 'bestseller' literario

Publicada en 1990


Leer «La vieja sirena» (Ediciones Destino), de José Luis Sampedro, es recorrer un camino de casi 700 páginas a través de un episodio de la historia de Alejandría cuando la ciudad egipcia formaba parte del Imperio Romano, allá por el siglo III. Pero es al mismo tiempo un camino que se hace ligero y delicioso por la historia de amor y pasión que relata -un amor poético pero lleno de sensualidad- que tiene por protagonistas a un navegante de Alejandría y a su esclava.

Cuando comencé el libro no tenía ninguna referencia sobre lo que iba a leer -en una especie de cata a ciegas pues ni siquiera acostumbro a leer las solapas-: ni sobre el tema, la época o el estilo. Y ante mi sorpresa me encontré con una "novela histórica", pero a la vez tan actual por los temas que describe, que te atrapa desde las primeras páginas y te arrastra hasta su final. Aunque como explica Sampedro en el apéndice "nunca pretendí hacer historia, sino comprender mejor el amor y el poder, esas dos grandes pasiones de todos los tiempos". Sin duda estaba leyendo un bestseller, pensé. Un libro publicado hace ya 20 años, del que yo no sabía nada pero que, sin embargo, podría estar hoy en las mesas de novedades de las librerías y vender miles de ejemplares. Quizá ese era el objeto de esta reedición de 2009.

Digo que pensé en un bestseller porque reúne todos los ingredientes: además de amor y poder, una aventura de intriga y pasión con el trasfondo de una época histórica muy atractiva. En este sentido, para Sergio Vila-Sanjuán, como leía hace unos días, la palabra bestseller tiene dos acepciones: "la de libro que ha vendido mucho, y por otra parte la que designa un género literario, básicamente una novela larga, muy entretenida, en la que suceden muchas cosas y que tiene poca calidad literaria”. No sé cuántos ejemplares ha vendido La vieja sirena desde su publicación pero sí que, desde luego, se trata de una novela larga y entretenida a la que sin embargo no le falta ninguna calidad literaria sino al contrario, pues podemos encontrar páginas muy interesantes tanto por la descripción de paisajes, personajes y sentimientos como por el lenguaje con el que están escritas. El propio Vila-Sanjuán admite también la existencia de este otro tipo de bestseller literario.

No diré más de la novela sino animar a su lectura, muy recomendable además para el tiempo de verano que se avecina. Y que espero volver a Sampedro, un escritor reconocido por sus obras sobre economía y otras novelas como La sombra de los días (publicada en 1994), La sonrisa etrusca (1985) o El amante lesbiano (2000).

  • Algunas frases que subrayé mientras leía: 

José Luis Sampedro (1917)
- "El tiempo es el viento más implacable: todo lo desgasta, lo erosiona, lo aniquila".

- "Vivimos en un tiempo en que se desea ser deslumbrado cuando lo que importa es que nos iluminen. Se valora más la técnica que la sabiduría..."

- "Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme".

- "La vida: no algo que se posee, sino que se es; cuando se pierde no somos".

- "De pronto sentí el rayo: tu mano no era tuya, tu brazo de plomo quebraba mi cintura, tu pecho no era ritmo sino piedra, tu sonrisa detenida para siempre aunque en tus pupilas aún lucía el horizonte".

- "Altísimo cedro abatido por el rayo, pero todavía unido a sus raíces".   

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