Este verano el Instituto Nacional de Estadística (INE) daba a conocer el último estudio sobre Estimaciones de la Población Actual, con datos obtenidos a partir del censo de población de 2001. Aunque se observa un ligero retroceso respecto a 2006 los varones y mujeres nacidos en 2007 vivirán una media de 77,3 y 83,76 años respectivamente. De esta forma, España sigue siendo uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo, y una de las conclusiones más interesantes que se extraen del análisis es que las mujeres siguen viviendo más que los hombres.
Al respecto también de la esperanza de vida encontré una reseña en un diario sobre un libro de Monique Le Poncín, ‘Nueva gimnasia cerebral’ (Edit. Temas de hoy. Colección Fin de Siglo. 1997) prologado por el profesor Christian Derousne. En la reseña se citaba lo siguiente:
La literatura y los mitos nos enseñan que, en todas las épocas, el hombre ha intentado prolongar su vida. Con la llegada de las sociedades industriales desarrolladas, la esperanza de vida se ha acrecentado considerablemente y una fracción importante de la población alcanza cada vez una edad más elevada. Sin embargo, y por una extraña paradoja, si bien es cierto que se vive más tiempo también lo es que la gente es considerada vieja cada vez más joven, al menos socialmente. La segunda paradoja consiste en que, si bien es cierto que se vive más tiempo, la gente mayor se considera cada vez más joven. Y por ello se puede decir que “se es viejo cada vez más joven”. ¿A qué edad? Si bien no existe respuesta a esta pregunta en el plano individual, una de las muletillas del prologuista de este libro (Christian Derousne) es que para hacerse viejo hay que comenzar muy joven.
La literatura y los mitos nos enseñan que, en todas las épocas, el hombre ha intentado prolongar su vida. Con la llegada de las sociedades industriales desarrolladas, la esperanza de vida se ha acrecentado considerablemente y una fracción importante de la población alcanza cada vez una edad más elevada. Sin embargo, y por una extraña paradoja, si bien es cierto que se vive más tiempo también lo es que la gente es considerada vieja cada vez más joven, al menos socialmente. La segunda paradoja consiste en que, si bien es cierto que se vive más tiempo, la gente mayor se considera cada vez más joven. Y por ello se puede decir que “se es viejo cada vez más joven”. ¿A qué edad? Si bien no existe respuesta a esta pregunta en el plano individual, una de las muletillas del prologuista de este libro (Christian Derousne) es que para hacerse viejo hay que comenzar muy joven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario