Pestañas

16 octubre, 2010

«Freedom» o el libro papagayo de Jonathan Franzen

¿Por qué -me pregunto- un libro que ha sido calificado como obra maestra, la “gran novela americana del siglo XXI”, se publica con un diseño de portada tan poco atractivo?

Me refiero a ‘Freedom’ (Farrar Straus Giroux, 2010), la cuarta novela de Jonathan Franzen (Western Springs, 1959), a quién algunos ya consideran merecedor del título de Gran Novelista Americano. Entre otros, la revista Time, que situó su fotografía en portada, algo reservado hasta ahora únicamente a autores de la talla de James Joyce, John Updike, Toni Morrison, Vladimir Navokov, J.D. Slinger y Tom Wolfe.

Estoy hablando de continente y contenido y, por lo tanto, alguien puede pensar que lo realmente importante es lo que Franzen ha escrito. Es cierto, pero eso es un juicio sobre el autor, y no sobre el libro que, al final, es un objeto que se vende y cuesta dinero. ¿No se cuida al máximo el diseño del envase de un perfume o de una caja de bombones? ¿No se aprecia mejor el vino -el contenido- en una copa de cristal que en un vaso de plástico?

La belleza exterior de las cosas –como de las personas- y por tanto también de los libros, ayuda a valorar lo que hay dentro de ellas. Insisto, ya sean cosas, personas o libros. En todos los casos, el grado de belleza que les adjudiquemos siempre será subjetivo, por supuesto. Pero igual que está admitido generalmente que se viste mejor y hay gente más elegante en Italia que en otras partes del mundo, lo mismo se puede decir de los libros, que se editan mejor en España o en Europa que en los Estados Unidos.

No creo que una de las mejores novelas de toda la literatura americana –un libro literario- merezca publicarse en una edición tan poco cuidada y con una portada tan fea. No lo merece sino que desmerece la calidad de las casi 600 páginas de su interior.

Quizá la clave haya que buscarla en el deseo del editor de aplicar a la obra de Frazen, las técnicas comerciales del Best-Seller. A este respecto dice Muñoz Molina, como ya comentaba en otra entrada de este mismo blog, que el libro literario "es incompatible con el ecosistema de las grandes superficies. Desaparecen las librerías independientes y las grandes editoriales alquilan espacios en las Barnes & Noble de turno, donde los libros son cada vez más grandes y de colores más llamativos, como los papagayos".

La estética de Freedom me recuerda a una obra de ciencia ficción (las letras del título parecen retroceder en el tiempo), a un manual de ornitología o de Twitter (por el pájaro azul) o a un cartel de cine anunciando 'En el estanque dorado' (por el lago y la luz crepuscular).

No sé si he dejado claro que no me gusta la portada de Freedom. Lo puedo decir otra vez pero no quiero resultar pesado. Y sin embargo, por supuesto que me gustaría leer esta gran novela americana; sólo confío en que cuando se traduzca al español la edición y la portada estén a la altura de su calidad literaria. No tienen que ser condiciones incompatibles.

Y me pregunto finalmente: ¿Le gustará a Jonathan Franzen la portada que la editorial ha elegido para su novela? ¿Le habrán preguntado su opinión antes de imprimir el libro?

Las gafas de Franzen
Franzen y su novela han estado últimamente en la picota de los medios de comunicación, ya no sólo y fundamentalmente por la unanimidad sobre su calidad literaria, sino por otras circunstancias entorno a su publicación. Entre ellas, los errores de impresión que incluía la primera edición británica -que no se correspondía con la versión final del texto- o el robo en directo de sus peculiares gafas, aparentemente por unos gamberros, durante la fiesta de presentación del libro en Londres.

  • Una novela para la era Obama, artículo de Eduardo Lago para El País aquí.
  • Freedom, reseña en The New York Times aquí.

4 comentarios:

Antonio Lorenzo dijo...

A mí me gusta la portada. Lo compré hace unos días, precisamente en Barnes & Noble, a través de Internet, y acaba de llegar a mis manos. En unos días tendré una opinión formada sobre su contenido, que es lo que más me importa.
Creo que lo que es bonito para unos puede no serlo para otros. El gusto de cada cual es así. Y el suyo precisamente no tiene que ser el "buen gusto". Agradecido.
Antonio

Javier García dijo...

No se hable más Antonio. Todo es un juicio subjetivo. Gracias por tu opinión y, lo más importante, ya me dirás qué te parece "por dentro". Abrazo.

alex vazquez dijo...

Pues no sé si has visto la portada de la edición de inglesa de Harper-Collins, es aún más simple. Por cierto, que llevo más de 100 páginas, y el contenido hace justicia al continente (no sé si me explico). He leído, sólo este año, 20 libros mejores que este (incluido "Las Correcciones"). No acabo de comprender el fenómeno, la verdad.

Javier García dijo...

Está entendido Alex. Creo que tampoco te dice mucho la portada ni lo que has leído hasta ahora. A veces cuando la expectativa es muy alta pueden pasar estas cosas. Yo debería leerlo para poder opinar mejor. Espero hacerlo en algún momento.
Gracias por pasarte por aquí y un saludo.

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