Me encontré en la calle 46 con una de las bibliotecas (Grand Central Branch) que forman parte de la New York Public Library. Está apenas a una calle de distancia de mi trabajo. Entré y salí con mi carnet de socio totalmente gratuito (sólo hay que mostrar que vives en la ciudad) que me permite acceder tanto a los libros, DVD's o CD's de música, como disfrutar de la sala de lectura o utilizar sus ordenadores y disfrutar de conexión a Internet a través de WiFi gratuito.
Pero no salí sólo con el carnet sino con el primer libro de préstamo: "Night train" de Martin Amis (Vintage Books, Random House, New York. 1997). Se trata de una pequeña novela policíaca que, más allá del argumento y su resolución, es una historia que habla de un mal para mí incomprensible e indescifrable como es el suicidio. En este caso el suicidio de Jennifer Rockwell (she had everything that Mike -the police officer- does not: youth, beauty, a loving family and a secure grip on happiness).
Me sobrecoge la idea de la muerte siendo joven, y si ya una muerte prematura por un accidente o una catástrofe es una tragedia difícil de aceptar, la sóla idea de pensar en alguien que, aparentemente lleno de vida, se la quita asímismo, es algo increiblemente difícil de aceptar y totalmente sobrecogedor. Seguramente una enfermedad que los psiquiatras puedan explicar con oscuros o preclaros razonamientos -es lo mismo-, pero de una brutalidad apabullante.
Aún así me gustó el libro, aunque como siempre, leyendo en inglés, probablemente haya perdido bastante de la profundidad del texto de este autor británico que conocía pero del que no había leído nada hasta ahora.
Respecto a los libros de una biblioteca pública tengo que decir que tienen un gran inconveniente: no puedo marcarlos ni subrayarlos como a mí me gusta hacer y que, al final, salvo que los compre, tampoco pueden formar parte de mi biblioteca personal.
Mientras leía 'Night train', en la sección de Obituario del New York Times, encontré la siguiente noticia:
Lucy Gordon, 28, British Actress
PARIS (AP)- Lucy Gordon, a British actress, who appeared in 'Spider-Man 3', was found dead in her Paris apartment, the French police said on Thursday. She was 28. An autopsy has been ordered to determine the cause of death, though it appeared to be a suicide, a Paris police official said.
La noticia, que continúa con algunos datos biográficos y declaraciones de su padre ("she has been the most beautiful daughter. We are obviously devastated") está acompañada por una pequeña fotografía de la actriz en 2007. Es el rostro de una mujer joven, una mujer preciosa.
Pestañas
31 mayo, 2009
29 mayo, 2009
Baloncesto por un relato
Fui al Madison Square Garden a comprar tres entradas para ver un partido de baloncesto de los New York Knicks. En la ventanilla me ofrecían las tres entradas, pero cada una en una esquina del estadio. Dije que no y me marché. En el mismo recinto (Penn Plaza) está 'Borders', una cadena de librerías que tiene varios establecimientos en Nueva York.
Entré a echar una ojeada y, en la sección de Libros en Español, me encontré con un pequeño volumen de Gabriel García Márquez del que nunca había oído hablar:
Sentí el impulso de comprarlo y sucumbí a la tentación. Sólo por este párrafo que aparece en la portada formando parte del propio título merecía la pena. El libro, el único que quedaba, no estaba en muy buenas condiciones. Pregunté por un descuento y, para mi sorpresa, me lo concedieron: un 10% por 'damaged'.
Me quedé sin baloncesto pero me llevé un relato que espero disfrutar leyendo en zapatillas.
Entré a echar una ojeada y, en la sección de Libros en Español, me encontré con un pequeño volumen de Gabriel García Márquez del que nunca había oído hablar:
'Relato de un náufrago' que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.
Sentí el impulso de comprarlo y sucumbí a la tentación. Sólo por este párrafo que aparece en la portada formando parte del propio título merecía la pena. El libro, el único que quedaba, no estaba en muy buenas condiciones. Pregunté por un descuento y, para mi sorpresa, me lo concedieron: un 10% por 'damaged'.
Me quedé sin baloncesto pero me llevé un relato que espero disfrutar leyendo en zapatillas.
27 mayo, 2009
A ver quién lee más en vacaciones
Traigo aquí este comienzo del artículo de Geoff Nicholson en The New York Times Book Review porque no puedo imaginar, ahora que llega el verano, nada tan divertido ni tan disparatado como un concurso del tipo de "a ver quién lee más en vacaciones":
Once, in my early teens, I competed with my best friend Rob to see who could read more in the course of the summer vacation. It wasn’t a subtle contest: the winner would be the one who devoured more pages. Matters of comprehension and artistic quality didn’t concern us. We didn’t tackle Proust; we needed something faster-paced than that. I hit upon the idea of reading science fiction short stories — pithy, easily digestible page turners, or so I thought.
El artículo completo, "Can't. Stop. Writing", se puede leer aquí.
Por cierto que Geoff Nicholson es el autor de "The Lost Art of Walking" (The History, Science, and Literature of Pedestrianism), o El arte perdido de pasear, un libro que tendría mucha curiosidad por leer. Nicholson describe pasear en Nueva York como "a risky activity, a form of combat, a struggle for dominance, sometimes a contact sport". (If any single idea is central to Mr. Nicholson's ramble through the lore of pedestrianism, it's this idea of walking as a method of discovery -- both of the world and one's own thoughts about it).
Once, in my early teens, I competed with my best friend Rob to see who could read more in the course of the summer vacation. It wasn’t a subtle contest: the winner would be the one who devoured more pages. Matters of comprehension and artistic quality didn’t concern us. We didn’t tackle Proust; we needed something faster-paced than that. I hit upon the idea of reading science fiction short stories — pithy, easily digestible page turners, or so I thought.
El artículo completo, "Can't. Stop. Writing", se puede leer aquí.
Por cierto que Geoff Nicholson es el autor de "The Lost Art of Walking" (The History, Science, and Literature of Pedestrianism), o El arte perdido de pasear, un libro que tendría mucha curiosidad por leer. Nicholson describe pasear en Nueva York como "a risky activity, a form of combat, a struggle for dominance, sometimes a contact sport". (If any single idea is central to Mr. Nicholson's ramble through the lore of pedestrianism, it's this idea of walking as a method of discovery -- both of the world and one's own thoughts about it).
24 mayo, 2009
A farewell to arms
Me alegro lo indecible de haber rescatado de la calle este 'A farewell to arms' (Charles Scribner's Sons, New York,) o 'Adiós a las armas', una novela de Ernest Hemingway publicada en 1929. Habrían desaparecido de mi vida las vidas y el sufrimiento de una pareja de ficción: Catherine y Mr. Henry (Signor Tenente). Una historia que refleja las propias vivencias de Hemingway como conductor de ambulancia en el ejercito italiano durante la Primera Guerra Mundial.
Como curiosidad, el libro está dedicado a G. A. Pfeiffer. Aunque no llego adivinar cuál fue su vínculo con Hemingway, después de una búsqueda rápida en Internet, he visto que Gustavus Adolphus Pfeiffer (1872 - 1953) fue un hombre de negocios y filántropo americano nacido en Iowa. Aunque desarrolló su carrera profesional en el sector farmacéutico, fue un hombre apasionado por el ajedrez. En 1952 donó su colección entera al Metropolitan Museum de Nueva York, y lo mismo hizo con su colección de libros y cartas sobre ajedrez a la New York Public Library.
"A magnificent and tender tale of love and war on the Italian Front in World War I, this novel is among the most enduring works of fiction produced this century".
Como curiosidad, el libro está dedicado a G. A. Pfeiffer. Aunque no llego adivinar cuál fue su vínculo con Hemingway, después de una búsqueda rápida en Internet, he visto que Gustavus Adolphus Pfeiffer (1872 - 1953) fue un hombre de negocios y filántropo americano nacido en Iowa. Aunque desarrolló su carrera profesional en el sector farmacéutico, fue un hombre apasionado por el ajedrez. En 1952 donó su colección entera al Metropolitan Museum de Nueva York, y lo mismo hizo con su colección de libros y cartas sobre ajedrez a la New York Public Library.
"A magnificent and tender tale of love and war on the Italian Front in World War I, this novel is among the most enduring works of fiction produced this century".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)