Pestañas

19 septiembre, 2011

«Bestiario», primer encuentro con Cortázar

La primera lectura tras el verano ha sido «Bestiario» (RBA Editores, 1993, colección Narrativa actual), de Julio Cortázar. Un librito que encontré y compré por tres euros en el puesto de la calle de un café-librería de Majadahonda (Madrid) justo el día antes de regresar a Nueva York. Lo digo casi en voz baja porque me da un poco de vergüenza: no había leído a Cortázar hasta ahora. Ni siquiera Rayuela...

Era por tanto una deuda pendiente desde hacía mucho tiempo y me pareció el momento de saldarla empezando, precisamente, por el principio de su obra. "Aunque se inició en la literatura como poeta (Presencia, 1939), [Cortázar] adquirió notoriedad con su primer libro de relatos, Bestiario, cuya publicación en 1951 constituyó un acontecimiento en la vida literaria argentina".

Y entonces ha llegado el momento que tantos días llevo temiendo, el de sentarme a escribir sobre Bestiario y ser capaz de encontrar las palabras justas para expresar una opinión. Debería decir que "no me ha gustado" (la reacción más sincera), que "no lo he entendido" (esto habla de mi ignorancia o falta de sensibilidad) o que "las circunstancias para leer a Cortázar no eran las más favorables " (suena demasiado a excusa). No sé con cuál de las tres razones quedarme o si decir que es una mezcla de todas ellas, lo que quizá me parece más justo; definitivamente, voto por ello.

Si no era el momento para leerlo, digo, significa que suelo leer por las noches antes de dormir y, durante esos días, tanto el US Open de tenis -por televisión y en directo-, que me tuvo secuestrado, como el jet-lag de la vuelta, me revolvieron el sueño y las horas de descanso, y en esas circunstancias la atención sobre la lectura se evapora como el agua de las salinas. Decir que no me ha gustado y que no lo he entendido no tiene mucha vuelta de hoja, pero tampoco piense nadie que no me gustara en absoluto, y que si no lo entendí es que seguramente no supe extrar parte o toda la belleza contenida en sus páginas. 

  • Algunas frases que subrayé mientras leía:
- He cerrado tantas maletas en mi vida, me he pasado tantas horas haciendo equipajes que no llevan a ninguna parte...

- Que la vida es un movimiento hacia arriba con un click final, y que también es un cielo bajo, envolvente y oliendo a lavanda, en el fondo de un pozo tibio.

- Su boca olía despacito a menta.

- El humo era tan espeso que las caras se borroneaban más allá del centro de la pista...

- Celina seguía siempre ahí sin vernos, bebiendo el tango con toda la cara que una luz amarilla de humo desdecía y alteraba.

P.D.- Este ha sido el primer round. Supongo que debiera darme y darle a Cortázar una nueva oportunidad, empezando por releer Bestiario de una forma más sosegada, y si alguien tiene otra recomendación, la esperaré también agradecido.

4 comentarios:

Marta dijo...

Si te gustan los cuentos, Octaedro (y si prefieres las novelas, también, así leerás novelas cortísimas :-). Historias de Cronopios y Famas es deliciosa. Un tal Lucas... tiene algunos capítulos impagables... Y Rayuela, sin duda. Soy mala consejera, adoro a Cortázar... No dejes de leerlo, encontrará su lugar.

PD. Nunca leí Bestiario...

Javier García dijo...

Hola Marta,
Me gustan mucho los cuentos, igual que las novelas, así que tomo nota de tus recomendaciones y hago propósito de enmienda (si tu lees Bestiario...), porque estoy seguro de que me estoy perdiendo mucho sin dejarle un hueco a Cortázar. Gracias por tu consejo, que aprecio de verdad, y gracias también por pasar por estas páginas.
Un saludo.

Marta dijo...

Prometido. Buscaré y leeré Bestiario...

Gracias a ti por escribir :-)

Laura Casasa dijo...

Hola Javier.... Yo soy una ferviente admiradora de Cortázar y es, justamente, Bestiario, el libro que menos me gusta y que no me apasiona para nada. Con una estructura mucho más compleja y un texto muy desarticulado, Rayuela es una maravilla. Hay que seguir leyendo más de él.

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