Pestañas

13 junio, 2011

«Ventanas de Manhattan», una ciudad con vistas

«Ventanas de Manhattan» (Seix Barral, 2004), de Antonio Muñoz Molina (@amunozmolina), un libro que no es de ficción, nos presenta una ciudad absolutamente real envuelta sin embargo por los mismos mimbres que utiliza la ficción para crear una auténtica obra literaria.

Lo más especial de esta lectura ha sido la emoción de reconocer lugares, situaciones y personajes de  la ciudad en la que ahora vivo, confirmando y saboreando muchas de las sustancias que Muñoz Molina ha extraído del ADN de Manhattan. Por ejemplo, el continuo rumor de la ciudad,  las dificultades con el idioma,  los contrastes tan marcados, los malos modales de los funcionarios de Inmigración, el cielo limpio tan semejante al de Madrid, las cucarachas grandes y rubias, la indiferencia de vecinos y ocupantes de ascensor, los mercadillos de la calle o las basuras ocupando las aceras. También el relato directo del 11 de septiembre de 2001, el Barrio Chino, los museos y clubes de jazz o el paso de las estaciones en Central Park.

En la forma en que está escrito el relato, pareciera que Muñoz Molina -además de escritor- adoptara un oficio distinto mezcla de muchos otros: pintor, cartógrafo, entomólogo, geógrafo, explorador urbano, psicólogo, fotógrafo y cirujano que es capaz de dibujar, trazar, reproducir, diseccionar y recomponer, clasificar y analizar paisajes, monumentos, edificios, sucesos, personajes y seres humanos que pueblan el principal barrio de Nueva York para, después, verter al papel el resultado de toda esa cuidada investigación. Y no precisamente en forma de guía turística o ni siquiera de un buen reportaje periodístico sino en un género de no ficción-literaria -si es que tal cosa existe- donde, además, el escritor se convierte en un protagonista más del relato y de la propia ciudad.

Cómo trabaja y con qué herramientas, nos los cuenta el propio autor: "Vivo, aunque sólo sea transitoriamente, como un literato antiguo de provincias, como un cesante o un funcionario absentista que se sienta a media mañana en el café, adonde traigo conmigo los instrumentos livianos de mi oficio, las pocas cosas elementales que necesito, un cuaderno y un rotulador, y nada más".

Antonio Muñoz Molina
El escritor recorre la ciudad andando, zarandeado por la lluvia o sobrecogido por el viento helado que dobla las esquinas y ruge furioso por las calles: "La caminata es una forma de conocimiento y una manera de vivir, un ejercicio permanente de aproximación y lejanía". Además, la mirada de Muñoz Molina es hasta tal punto certera que uno -cuando vive aquí- se ve reconocido en muchas situaciones: "Hay días en los que resulta grato ser un forastero en estas calles, tan liviano de identidad como de equipaje, y otros días de lluvia contumaz y vengativa en los que uno siente sobre sí, igual que la humedad que le sube por la espalda, todo el peso de la extrañeza, el tamaño de esta ciudad ahora en blanco y negro en la que no es nadie y el del país ajeno al que no pertenecerá nunca".

Es un libro que he leído con verdadero deleite, con el placer del ánimo que inevitablemente se siente al redescubrir Manhattan desde Manhattan, con el añadido de la maravillosa prosa de Muñoz Molina. Un libro que gustará más a los que ya conocen bien la ciudad pero también a aquellos que quieran conocer por primera vez un Manhattan distinto al repetido tantas veces por el cine y las series de televisión.

  • Otras frases que subrayé mientras leía:

- "Miro y escribo. Me gustaría que la mano avanzara sola y automática para que los ojos no se apartaran ni un segundo del espectáculo que alimenta la inteligencia y la escritura".

- "En Nueva York el trásito de la belleza a la desolación sucede siempre expeditivamente, como si el principal universal de máxima eficiencia hubiera aconsejado la supresión de gradaciones intermedias".

- "El arte enseña a mirar: a mirar el arte y a mirar con ojos más atentos el mundo".

- "Así quisiera yo retratar sobre el papel de este cuaderno la cara de alguien con quien acabo de cruzarme o un tono de color en el cielo, pero escribir es una carrera contra el tiempo en la que uno siempre queda rezagado y acaba vencido".

- "Estar viendo y no mirar es un arte supremo en esta ciudad que desafía tan incesantemente a la mirada".

11 comentarios:

Fernando López dijo...

Hola javier:

A mi me pareció un libro magnífico que ofrece una mirada profunda sobre la ciudad. Muy recomendable.
Un abrazo

FAH dijo...

Buen post, Javier. Y es que NYC y Manhattan han dado lugar a muchas obras y muy buenas. Ésta en concreto no la he leído, así q la apunto. Abrazo.

Margari dijo...

Muñoz Molina nunca me ha defraudado en ninguna de sus novelas, pero este libro en el que se aleja del género que tan bien domina, aún no lo he leído. Que no conozca Nueva York es una razón para que no lo haya leído, pero ahora me has despertado la curiosidad con tu reseña. Me ha gustado mucho. Y esos fragmentos que has citado me han dejado con ganas de más. Así que habrá que buscar el libro y disfrutar de la prosa de este gran escritor.
Besotes!!!

Javier García dijo...

Hola Fernando,

Magnífico, así me ha parecido a mí. No se le puede poner ninguna pega.
Muchas gracias.
Un abrazo.

Javier García dijo...

Hola Francisco,

Es verdad que hay muchos libros sobre NY pero este es una auténtica delicia. Merece la pena leerlo.
Muchas gracias y un abrazo.

Javier García dijo...

Hola Margari,

Si ya conoces cómo escribe Muñoz Molina no te va a defraudar. Describe el alma de la ciudad y de sus personajes de una forma absolutamente magistral. Estoy seguro de que te gustaría aunque no conozcas la ciudad, y si luego vinieras... mucho mejor!.
Un beso!

Teresa dijo...

Hola Javeir, hace años viajé a NY para visitar a mi hijo que vivía allí y después compré este libro.
Lo disfruté mucho pues paseé de nuevo por esa preciosa ciudad de la mano de Antonio Muñoz Molina.

Que suerte tienes por vivir en esa ciudad.
Un saludo
Teresa

rossy dijo...

Tengo que profundizar más con este autor, solo he leído suyo "En ausencia de blanca".

bsos!

Javier García dijo...

Hola Teresa,
Qué te voy a decir entonces que no sepas... Es verdad que leyendo a Muñoz Molina tienes la sensación de pasear con él por la ciudad, y eso es una auténtica delicia.
En cuanto a vivir en NY, sí, es una suerte, pero también te ayuda a poner las cosas en perspectiva, y te diré que en España se vive muy bien.
Un saludo.

Javier García dijo...

Hola Rosalía,
Me pasa lo mismo y, fíjate, yo no he leído En ausencia de Blanca, así que deberíamos hacer un intercambio.
Gracias por pasar por aquí.
Un saludo.

Al calor de los libros dijo...

Yo me incluyo en los que no conocen Manhattan, y este libro me encantó, porque me llevó por todos los rincones de esta ciudad. Me quedo con la frase: “Hay lugares de la ciudad que uno descubre por sí mismo en sus caminatas solitarias y otros que le son revelados como un regalo generoso de la amistad o el amor”, en este caso el regalo han sido las palabras de Muñoz Molina.
Un abrazo

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